Este soy yo y así va a ser esto

Me llamo Javier Cuchí. Algunos quizá me conoceréis (si me recordáis) por mi primer blog, «El Incordio», que cerré a principios de año. Lo cerré… bueno, se pueden decir muchas cosas pero, básicamente, que estaba harto de predicar en desierto.

También ha cambiado un poco mi… vida activista, si así puede decirse. He dejado todo el ámbito asociativo en el que participaba, excepto la Asociación de Internautas; a Internautas la conservo por varias razones: primero, porque hay mucho que luchar todavía en el ámbito del conocimiento libre y de la red, ya que ello afecta a nuestra cotidianidad, a nuestra propia vida familiar, y ni siquiera los durísimos tiempos que estamos viviendo pueden convertir eso en un problema secundario; segundo, porque es uno de los pocos ámbitos en los que, estando en primera fila, he visto cosecharse victorias, victorias de las importantes (¡¡logramos que Teddy Bautista -y buena parte de lo que él significó- mordiera el polvo!!); y tercero, por la razón más humana del mundo: allí he hecho amigos, buenos amigos, entrañables amigos. Estuve -no sé si aún estoy- en Hispalinux, pero hace ya largo tiempo que no recibo sus listas de correo; no recuerdo haberme dado de baja, pero ahora hay un presidente al que, según dicen, no le gusta la oposición y, aunque yo no se la he hecho, sí que entre mis amigos hay quienes sí se la hacen o se la hicieron (y han sido consecuentemente borrados, a su vez, de las listas de correo, y también sin previo aviso), así que imagino que será por eso. Pero llega un momento en que uno se pone esas gilipolleces por montera y que les den, oye… Y en mi sindicato de toda la vida (de toda la vida funcionarial, ojo, que hubo mucha antes de salir en el DOGC por primera vez), CSI-F, mantengo mi afiliación -por más o menos lo mismo que diré de la asociación de vecinos- pero no voy por allí y, si no cambian mucho las cosas, que no me esperen.

El resto de vida asociativa… Salvo la asociación de vecinos de mi barrio, en la que me limito a pagar cuotas y a llevar una vida social contemplativa, pero en la que creo que hay que estar, por lo menos estar, a modo de deber legionario que me autoimpongo, lo demás son grupos en los que, simplemente, me satisface participar y compartir: la Asociación AIRE, a través de la que canalizo mi antiquísima afición aeronáutica, ahora proyectada sobre la fotografía (spotting, que le dicen) y Langreanos en el Mundo, desde la que cultivo mis raíces maternas (las paternas son catalanas, pero éstas las vivo -y las sufro- cada día).

Por lo demás, inauguro este blog con 58 años, que ya es una edad, y he decidido jubilarme del activismo y disfrutar de la vida en la medida de mis modestas posibilidades y en la medida en que eso sea posible en esta mierda de país. Los que vengan detrás, que arreen, si pueden (y si quieren, que por ahí los veo crudos). Yo ya he cumplido.

«Vivir ciñendo» es un invento nuevo en el que, simplemente, voy a escribir sobre lo que me dé la santísima gana, sin someterme a línea ni canon alguno; de todos modos, sabed los poco duchos en materia náutica, que navegar en ceñida es hacerlo a vela… contra el viento. Lo cual es un aviso, ojo. Si os gusta, estupendo, oye; los que escribimos y somos poco leídos siempre decimos que escribimos para nosotros, porque nos gusta, y que nada nos importa que nos lean muchos o pocos. Mentira: cuando uno escribe, o lo hace para que le lean o es rematadamente imbécil, así que no voy a ocultar que me gustaría mucho más ser leído por tres mil que por trescientos; y si fueran treinta mil, yo creo que hasta levitaría; pero tampoco voy a dejar de cenar ni me voy a abrir las venas en holocausto ritual si sólo venís treinta por aquí: en definitiva, siendo así, todo esto que se van a perder los demás veintinueve mil novecientos setenta.

Como en la época de «El Incordio», esos treinta seréis mis apreciados bravos.

Y ahí me las den todas.


Barcelona (España, esperemos que por muchos años), octubre de 2013

1 comentario:

  1. Bendita la hora en que decidí asomarme a tu twitter (yo no gasto de eso, así que lo busco a pelo, por google) a ver si sonaba la flauta y venía un link a algún artículo tuyo en la web de AI o similar...y voy y me encuentro que has abierto otro blog. Pues nada, aquí tienes otro bravo recuperado :)

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Ojo con lo que dices. Aquí puedes criticar a quien quieras y a lo que quieras (a mí incluido) pero guardando ciertas formas. El insulto y la falta de respeto, los sueltas en la taberna o en tu propio blog, no vengas a tocar las narices al mío. Lo que quiere decir que si contravienes esta condición, borraré sin más lo que hayas escrito y me da igual que clames por la censura o por la leche frita. Pero no habrá que llegar a eso ¿verdad?