17 de julio de 2014

El ocaso de la Casta

Cada vez es más insistente y con más diversas procedencias el rumor de que se van a anticipar las elecciones generales. Incluso algunos medios -como el «El Confidencial»- precisan hoy mismo que Rajoy podría disolver el Parlamento a finales de agosto para celebrar elecciones... en noviembre. De ser cierto, entre otras posibilidades que después desarrollaremos, esto conllevaría la probablemente hábil maniobra de solaparle al invento de Mas nada menos que una campaña electoral a nivel de toda España, aparte de surfear, más que probablemente en su propio provecho, la prevista ola del 11 de septiembre en Cataluña. Sin entrar en otras consideraciones -en las que, insisto, vamos a entrar enseguida- el plan, a mi modo de ver, no carece de cierta elegancia porque, aunque bien pudiera considerarse pan para hoy y hambre para mañana, lo cierto es que descolocaría varios, muchos o quizá incluso todos los planes B que el separatismo pudiera tener preparados en descuento de la prohibición administrativa o judicial de la consulta del 9-N y el invierno caliente que seguramente estarán preparando, habría de quedar, como pronto, en una primavera caliente aprovechando que en primavera será la campaña de las municipales y esa, sensu contrario no sólo no obstruye sino que aún favorece el ambiente del prusés. Cae por su peso que, incluso aunque se celebrara, una consulta efectuada en el ambiente de una campaña electoral de ámbito estatal tendría el valor político y dialéctico de un churro, siendo así que ese valor político y, sobre todo, dialéctico, es precisamente el que buscarían de no tener claro -y ya desde el primer momento- que esa consulta no se va a celebrar.

Pero hay más, muchísimas más cosas.

El medio citado dice que las causas de que Rajoy haya eventualmente decidido un adelanto electoral serían diversas. Destaco un par.

En primer lugar, la voluntad de afrontar el desafío separatista fortalecido por una nueva y más fresca mayoría o bien, en otro caso, desaparecer del mapa y dejarle el marrón a otro. El rumor asociado a este de que Rajoy podría estar deseoso de retirarse coincidiría con un deseo primigenio de no pasar a la Historia como el presidente del Gobierno bajo cuyo mandato la crisis catalana -de llegar a ser este el caso- resquebrajara los cimientos de la unidad nacional.

Y, en segundo lugar, interceptar los efectos Podemos y Sánchez, particularmente el primero, que está alarmando hasta la histeria a toda la Casta, hasta el punto de poner en jaque a la mismísima IU adelantada, arrollada y yo diría que incluso desarbolada por la izquierda.

Pese a que odio a la Casta como el que más, me preocupa, y mucho, Podemos, como me preocupa y mucho Guanyem Barcelona (a pesar incluso del enorme respeto y de la gran -pero no ciega- confianza que me inspira la solvencia personal de Ada Colau). Me preocupa porque tan malo es el encastamiento, la corrupción y la traición que ha practicado la chusma política que sufrimos como el amateurismo con mando en plaza. Quizá por mi deformación profesional funcionarial y a pesar de ser un perfecto mindundi dentro de la enorme maquinaria de la administración pública, tengo muy clara la complejidad de los mecanismos de la gestión pública, complejidad a la que hay que añadir una suma delicadeza cuando la gestión es, concretamente, la presupuestaria. El efecto que produce el acceso del gamberrismo político a estos mecanismos de gestión y a la caja registradora es devastador. Lo vi de lejos con Zapatero y de cerca con la ERC de los dos tripartits. El problema del populismo es que cuando llega la hora de dar trigo, las hectáreas sembradas que hay son las hectáreas sembradas que hay y todo el mundo quiere su ración: la política es, precisamente el arte de establecer prioridades y cuando -como en el caso del populismo- las prioridades vienen tan en tropel que llegan a dejar de serlo porque se destruye toda la escala de la proporcionalidad, es cuando acontece el desastre. Aparte de que el populismo, puesto a establecer prioridades, lo tiene muy claro: los nuestros y los otros, es decir, se convierte en una mezcla de inquisición y de asamblea jacobina que, en definitiva, acaba estableciendo una red clientelar de afectos y una maquinaria sistemática de destrucción del discrepante. La granja de Orwell, en pocas palabras. Una Casta distinta de la actual, pero Casta a fin de cuentas. Salimos de Guatemala para ir a Guatecutre.

El problema, obviamente, es que la Casta, en su tremenda estupidez, ignoró el cabreo ciudadano manifestado el 15-M. No costaba nada adivinar que, al socaire de ese cabreo completamente inaplacado, al contrario, incluso incrementándose con el tiempo (sobre todo con fenómenos como el hambre infantil, la tremenda serie de desahucios asociada al régimen español de mantenimiento de la deuda después del lanzamiento), habrían de salir irremediablemente plataformas, grupos, partidos -llámesele como se quiera- que capitalizaran ese cabreo y lo legitimaran en las urnas. Como es sabido, Podemos dio un sorpasso tremendo en las elecciones europeas pero es que, además, las encuestas lo sitúan muy alto (en tercer lugar, según cálculos no muy audaces) en las preferencias de los electores en este momento. El Guanyem Barcelona de Ada Colau -boicoteado, por cierto, por los medios públicos de la Generalitat- también puede dar un vuelco a la situación en Cataluña. Dan muchísimo miedo a la versión cataláunica de la Casta y muchos ciudadanos la ven alcaldesa de la ciudad. Ya veremos si llegará a tanto -cabe no descartarlo, ojo- pero en todo caso sí que puede esperarse racionalmente un posicionamiento electoral altísimo y, consecuentemente, una descolocación total y absoluta de la correlación de fuerzas municipales a que, con más o menos variaciones, veníamos a estar acostumbrados en los últimos treinta años. No es una perspectiva que me guste, ya lo he dicho antes, porque, recordando a Zapatero, no es aventurado predecir que todas estas plataformas, a medio y largo plazo, constituirán un desastre financiero y quizá también organizativo en todas aquellas administraciones que controlen o en las que tengan fuerza suficiente como para fiscalizar.

Si los partidos pesebreros hubieran atendido las ansias de fondo que llevaron al 15-M en vez de mofarse de sus asambleas (que nunca fueron representativas de nada), si hubiesen rectificado sus formas y sus políticas en un sentido más favorable a los intereses cívicos, si hubiesen emprendido realmente el camino de la transparencia y hubiesen acabado con la corrupción, probablemente ni estarían ahora sufriendo (y con muchísima razón) por su futura posición política y con su propia existencia comprometida incluso, en algún caso, ni esas plataformas nuevas tendrían -ni lejanamente- las expectativas enormes que tienen hoy según todos los estudios e indicios.

Es lo que tienen la soberbia y la ceguera, el creerse atrincherados y seguros en una torre de marfil.

Imagen: Barcex en Wikimedia Commons
Licencia: CC-by-sa

5 comentarios:

  1. ¿Te parece poco el desastre financiero que los "profesionales y preparados" de la politica de la casta han realizado en este pais contra las clases medias y populares?

    Te recuerdo que al resto del pais ni nos ha gobernado ERC ni lo hara jamas. Tus miedos con Podemos son hartos preocupantes, Doña Espe.

    Empiezas a parecerme como el Titanic, demasiado escorado a la derecha

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  2. Lo que es harto preocupante -y, a la postre, me da la razón- es lo mal que encajáis la crítica, siempre en la clave de que el que no esté de acuerdo conmigo es el enemigo. Os quejáis de que (la Espe, entre otros) os llamen nazis, bolivarianos, chavistas y no sé qué más, pero mira cómo reaccionas tú mismo ante una crítica nada acre basada en unas razones que pueden estar o no equivocadas y que, por tanto, son debatibles. Pero debate... ¿para qué? Nada, este es de los otros, un Doña Espe, un escorado a la derecha. Cosa, por cierto, que me importa un pimiento: siempre me he pasado por donde Olano que me cataloguen como de derechas, de izquierdas o de medio lado; simplemente, digo lo que pienso y las etiquetas, cualesquiera que sean, métanselas sus señorías por donde les quepan.

    Esto dicho, lo del desastre financiero de tu primer párrafo es cierto, pero con una salvedad esencial en el contexto: no hemos sido víctimas de negligencias sino de un atraco. No ha habido falta de profesionalidad por parte de estos de ahora, sino de puro y simple bandolerismo. Por tanto, esto que dices no desmiente en absoluto lo que he dicho yo: saldríamos de una ruina económica causada por la mala fe y el atraco para meternos en una ruina económica causada por el amateurismo. Las causas son radicalmente distintas, igual que el juicio ético, pero el resultado es -o sería, llegado el caso- el mismo.

    ERC no ha gobernado en el resto de España, es evidente. Tampoco parece probable que llegue a hacerlo en el futuro, pero yo no pondría, de todos modos, la mano en el fuego: ya fue dicho que la política hace extraños compañeros de cama y nunca se sabe cuándo las aritméticas parlamentarias pueden llevar a particularidades sexuales inauditas. Pero sí nos gobernó un indigente político llamado Zapatero que nos llevó al borde mismo del precipicio y faltó el canto de un duro para que diese el paso que nos hubiera precipitado por él. No hizo caso de las admoniciones francesas, alemanas ni norteamericanas; ni el propio Obama consiguió que bajase del burro. Parece ser que quienes lo lograron fueron los chinos, amenazándole con poner en el mercado, en 24 horas, toda la deuda española, de la que poseían -y poseen- cantidades ingentes.

    Así que no, no gobernó ERC, pero para el caso...

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    1. Recuerdo como muchas veces en El Incordio, a los partidos y a sus componentes que nosotros denominamos casta y tu llamabas o llamas pesebreros, les dedicabas palabras bastantes mas gruesas, incluso aquellas que tu mismo reconocias cercanas al delito y de las cuales te contenias en escribir para no ir esposado, de las que yo he incluido en mi primera respuesta y en las que te basas para decir que no encajamos la critica y autocargarte de la razon suprema.

      Bien. Si me lo permites me gustaria indicarte solamente tres cosas:

      La primera, que iba implicita en mi anterior comentario, es indicarte que entre la persona que escribia aquellas entradas y la que escribe las de ahora, a mi modo de ver se ha producido para mi sorpresa un cierto y evidente giro hacia posiciones mas conservadoras que como tu indicas, te pasas por el arco del triunfo aunque te digan que estas pisando con mas fuerza con el pie derecho, posicion y opinion que indica claramente cuanto tiempo estas dispuesto a entregar a debatir y sobre todo cuanta critica estas dispuesto a recibir.

      La segunda, que efectivamente, esto ha sido un atraco a casi toda la ciudadania, perpetrado por una clase economica dirigente en convivencia del mayor conglomerado de politicos inutiles y lamentables que ha tenido este pais en toda su historia.
      Sin embargo, mi opinion es que en mi profesion y supongo que en la tuya tambien, el hecho de robar aprovechandote de tus funciones politicas o laborales indican tambien una falta tremenda de profesionalidad. Se puede ser poco profesional y no robar. Lo contrario para mi resulta imposible.

      y la tercera y ultima, no se porque Podemos debe ser comparado con ERC o con cualquier otro, mas alla de que todos los partidos politicos, en sus comienzos, fueron digamoslo asi, amateurs. ERC y los otros partidos llevan muchos años en el sistema y Podemos acaba de nacer, por lo tanto creo que habra que esperar a sus hechos, puesto que si no, entonces, ¿Quien en este pais es el adecuado para gobernar?

      No queremos mas "profesionales de la politica", gracias!!!

      Sera por eso que nos llaman nazis, bolivarianos, chavistas...

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  3. Parte 1

    Las palabras gruesas, cuando procede las sigo soltando. Pero cuando, a mi entender, procede en el contexto. Y, dado que soy el autor de esto, mi entender es el que manda.

    Por supuesto que admito las críticas, pero las etiquetas no son críticas, son eso, etiquetas. ¿Tu crees que yo estoy escorando a la derecha? Pues bueno ¿y qué quieres que haga? Piensa lo que quieras. Otro día tú, u otros, diréis que estoy escorando hacia la izquierda: me ha sucedido. Como me ha sucedido que, en algunas ocasiones, desde sectores hispanistas me han acusado de escorar hacia el separatismo y desde el catalanismo me han dicho muchas veces que escoro hacia el hispanismo más rancio ¿Qué hago? ¿Me abro las venas? No. Asumo que esto es lo que pasa por no meter mis ideas en un carril determinado, por decir lo que pienso en cada momento y circunstancia, por exponer mi verdad tal cual; y me lo echo a la espalda. Y salga el sol por Antequera. Eso es lo único que he hecho siempre.

    Sigamos.

    Un tío puede ser un crack de la presupuestación pública y aprovecharse de ello para robar y para metérnosla doblada. Eso significa que es un sinvergüenza y un hijo de la gran puta, pero sigue siendo un crack de la presupuestación pública. La ética no debe confundirse con la competencia. Por desgracia.

    Tú penúltima frase sobre tu segundo epígrafe, encierra la raíz del mal: se puede ser poco profesional y no robar. En cierta ocasión, en una entidad asociativa, acusé a uno de sus dirigentes (que, además, era bastante amiguete mío) de mal administrador; salieron dos o tres voces indignadísimas: «¿Cómo puedes decir eso de alguien a quien conoces perfectamente y sabes por ello que es incapaz de meterse una peseta ajena en el bolsillo?». Y respondí que no lo estaba acusando, en absoluto, de robar ni de nada parecido, sino de administrar mal, que -con toda su honradez, pero con muchísima ignorancia- nos estaba haciendo perder muchísimo dinero con gastos ineficientes, con procedimientos engorrosos e innecesarios y con una contabilidad tan primaria que, sí, justificaba los gastos pero no permitía un análisis correcto de la economía de la entidad (en aquel entonces, aclaro, las entidades de pequeño volumen no estaban obligadas a llevar una contabilidad regularizada de acuerdo con la normativa). Y este es el mal: pensar que con no robar ya basta para administrar bien. No es verdad.

    Y eso es precisamente lo que me da miedo de Podemos (et alter). Yo no dudo a priori en absoluto de la honradez de los dirigentes de Podemos; al contrario, la doy por descontada. Pero a mí no me basta que digan (sabiendo que están dispuestos a cumplir o a intentarlo): haremos esto y lo otro. Alto, alto, alto, alto. ¿Y de dónde va a salir la pasta? Porque, claro, se puede actuar dentro o fuera del sistema. Si se actúa dentro, no hay tantos sacos de pasta de los que puedas tirar alegremente. Tienes que pagar la deuda o tu crédito se vendrá abajo. Y el crédito lo necesitamos. Te puede parecer antiético producir y vender armamento y, por tanto, suspender esa fabricación, muy bien; pero has de explicar antes (antes de unas elecciones) que eso va a costar X puestos de trabajo, X porcentaje del PIB y X millones en impuestos recaudados. Tú puedes no mantener a las Fuerzas Armadas debidamente equipadas, pero eso imposibilitará el cumplimiento de unos tratados internacionales que habrás de denunciar y tanto la denuncia como el incumplimiento si no hay denuncia traerán problemas, y no sólo de crédito, sino inmediatos, porque tú sabes que muchos tratados militares y de seguridad son condición sine qua non para otros tratados que sí integran otros ámbitos importantes.

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  4. Parte 2

    Muy bien: todo esto es asumible. Puede articularse una alternativa que permita prescindir de todos esos tratados y soslayar todos esos perjuicios. No lo digo sarcásticamente: es posible. Pero eso hay que decirlo: mirad, para solucionar nuestros problemas, hay que hacer esto, y esto, y esto, con lo cual nos va a pasar esto otro y esto de más allá. Y hala, a votar todo el mundo. Porque pueden pasar dos cosas: o que Podemos ignore todas estas consecuencias -y entonces estaríamos ante el amateurismo que a mí me preocupa- o estaríamos ante un fraude, y entonces la cosa se comenta sola.

    Querido Inquisidor: no se hacen revoluciones dentro del sistema. Hay que elegir: el sistema o la revolución. Cualquier cosa es lícita ante las urnas, siempre que el que va a votar conozca y pueda valorar las dos posibilidades. De otro modo, o hay negligencia o hay engaño.

    Te voy a poner otro ejemplo más actual, más inmediato y más claro.

    Sabes que me opongo total y absolutamente a la independencia de Cataluña. Ello no obstante, mantengo una estupenda relación de amistad -¡y familiar, incluso!- con independentistas. Bueno, ellos piensan así -y yo creo que están equivocados- y yo pienso de modo opuesto -ellos piensan que el equivocado soy yo-; pero siempre me agrada verlos y tomar una cervecita con ellos, cuando hay ocasión propicia. Y hablamos de este tema sin que salgamos a tiros por ello. En absoluto. Menos me gustan -aunque los tolero, qué remedio- los gilipollas que, en cantidad ingente, llenan ahora cadenes, manifestaciones y no sé cuántas hostias más, cuando hace cuatro años (sé de muchos de esos) venteaban banderas españolas como si este país fuese la rehostia, sólo porque once solípedos habían ganado un campeonato. Pero, mira: a los que no trago son a los que mienten y engañan y estafan a sabiendas. Al fulano al que no trago es al que dice que, una vez independientes, entraremos en la Unión Europea en un añito o dos (¡alguno llega a decir que nos lo pedirán de rodillas!) cuando toda la puta Unión Europea ha dicho lo contrario (salvo el bedel, al que no han puesto el micrófono). El viernes, la Merkel les daba un zasca de cojones diciendo que estaba sólidamente al lado del Gobierno español y que no pensaba recibir ni a Mas ni a Guardiola (importante embajador, como de todos es sabido) y Joan Rigol se descolgaba diciendo que nada, que la Merkel ya se sabe y que eso no tiene ninguna importancia. La Merkel les atiza en el frenillo de los cojones y no tiene importancia, ya se sabe. Eso es mentir y engañar (a esos no les doy el beneficio de la pardillez). En un momento determinado, Mas reconoce que los primeros diez años deuna presunta independencia serían malos. Parecería que esto está bien, que es un detalle honoerable. Lo sería si no fuera porque él sabe perfectamente que no serían simplemente malos (como pueden serlo los tiempos presentes) sino espantosos ni serían diez, sino veinte y, nada improbablemente, treinta.

    Ahora te diré otra cosa: el líder de Podemos no es ningún tonto. Tiene que saber perfectamente todo lo que he dicho en la primera parte de esta respuesta por fascículos. ¿Por qué no lo dice? ¿Por qué no lo explica? ¿Por qué no nos cuenta con claridad qué es lo que va a hacer y cómo. ¿Por qué no expone pormenorizadamente sus prioridades? ¿Por qué no nos dice qué sacrificios tendremos que hacer para lograr la sociedad más justa que él dice pretender?

    Si no lo dice, si no lo explica con todo detalle, yo tengo que sospechar ¿no lo comprendes?

    Pues así es como lo veo yo. Lo decía Julio Anguita: programa, programa, programa... Pero programa es lo que he dicho yo, el qué y el como, no una relación de mundos de Yupi.

    Eso, precisamente, es lo único que hacen bien lo de la Casta: pintarnos de rosa todas las putadas que nos van a hacer.

    Un saludo cordial.

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