Pero, bueno, aunque no se han podido lograr esos cielos de azul postal, los resultados han sido asaz decentes, como puede verse en las siguientes fotografías:
El colosal aspecto del A380 aproximando a la pista 25R del Prat (BCN-LEBL)
Casi sobre la pista. Al fondo, tejados del Prat de Llobregat
Una Cessna Citation que transporta, probablemente, a algún titiritero de protección oficial
Se comentaba por la plataforma que la compañía rusa Transaero no operará con A380 hasta el próximo año. Habían anunciado que lo harían a partir de este mismo verano de 2014 si Airbus les entregaba el aparato con tiempo suficiente, pero parece que no va a ser así, así que seguiremos viendo los Boeing 747-400, ahora sólo en sábados y domingos (entre semana, operan con un Tupolev Tu-214) y diariamente en temporada turística, a partir de dentro de un mes y medio, más o menos. También Emirates había anunciado un segundo A380 si sus expectativas en cuanto a volumen de pasaje para Barcelona se cumplían. No sabemos nada del asunto; sí sabemos que los A380 que vienen ahora a diario a Barcelona, vuelan razonablemente llenos, con pocas plazas libres, en general (cabe recordar que Emirates ya tiene un segundo vuelo regular operando en Barcelona con un Boeing 777, que es el que, imagino, sería substituido por el segundo A380).
De momento, eso sí, El Prat tiene el privilegio de ser el único aeropuerto español que recibe al avión de pasajeros más grande del mundo en línea regular y diaria. Supongo que Barajas no tardará mucho en seguirnos: tiene muchísimo tráfico intercontinental y no puede tardar mucho la llegada de un A380 regular, aunque parece que las cifras turísticas de Madrid, en estos últimos tiempos, no favorecen mucho la llegada de aviones de estas características. De todos modos, Barajas es siempre Barajas y se hace difícil pensar que nuestros amigos spotters madrileños vayan a tardar mucho más de algunos meses en echarse el coloso de Airbus a sus objetivos.
Gozamos también este sábado de la compañía de cuatro simpáticos compañeros italianos, tres romanos y un boloñés que vinieron a BCN con el específico fin de espotear en nuestro aeropuerto. Fueron ellos los que nos trajeron -sin culpa alguna, claro, más bien víctimas- el detalle desagradable del día: uno de ellos había sido timado por un taxista que le cobró una cantidad abusiva por el desplazamiento al aeropuerto. Cuando me entero de estas cosas con los afectados delante me entra una vergüenza tremenda como barcelonés y me acometen deseos de que ese gremio sea tratado a latigazos. Ya sé que son excepciones pero, demonios, ya es... ejem... mala suerte que las excepciones, además de ser tantas, vayan a caerles encima precisamente a los guiris. ¿Qué hace falta para que la Autoritat Metropolitana le meta mano a este asunto en serio y sin miedo a las iras gremiales? ¿Que salgamos en todas las guías turísticas como la ciudad del mundo con más taxistas chorizos por metro cuadrado? Y eso que, ante nuestra evidente vergüenza, los chicos tuvieron el elegante detalle de mencionar que esto pasa en muchos sitios, incluso en la propia Italia. Muchas gracias por vuestra comprensión, amigos, pero el mal sigue ahí, cierto y endémico...
Y una nota final: esta semana se celebra, creo, la Semana del Cine de Barcelona. Es un acontecimiento de segunda, tercera o cuarta categoría, no lo sé bien porque el cine y su mundillo sólo me causan molestias y procuro alejarlos de mi entorno todo lo posible, pero algo habrá que agradecerles: la cantidad de jets privados que han podido verse este fin de semana aterrizando aquí. No muchos menos, por cierto, que los que vinieron para el Mobile World Congress. Claro que, la industria cinematográfica está fuertemente subvencionada y la de la telefonía móvil no, o no tanto. Es más, en algunos sitios se pretende que sea la industria tecnológica la que le pague gusto y ganas a la cinematográfica. En Cataluña, sin ir más lejos... Así, yo también vuelo en jet privado.
Que os gusten las fotos.
Imágenes del autor. Misma licencia que la que protege el blog
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